Hayro, el gato, miró que era un día muy bonito para salir al patio, pero Luis, el ratón, no pensaba igual. Hayro pasaba la mayor parte de su tiempo tratando de atrapar al pequeño ratón, ya que la señora Rivera estaba muy enojada porque cada vez que ponía el queso en la mesa se desaparecía.
Un día decidió Luis decidió hablar con Hayro, para ver cómo podía arreglar las cosas.
-¿Por qué me quieres atrapar?-preguntó Luis.
-Eres un ratón y te tengo que atrapar-le contestó Hayro.
-Quiero ser tu amigo-le explicó Luis.
-No podemos ser amigo, tú te comes el queso-le dijo Hayro.
-Ja,ja,ja, yo como granos, frutas y semillas-le explicó Luis.
-La señora Rivera dice que eres tú- le dijo Hayro.
Luis convenció a Hayro para que se escondieran juntos para ver quien se comía el queso. La señora puso el queso en la mesa y fue a buscar otros cubiertos. De repente apareció el perro Claudio, se acercó a la mesa, cogió el queso y se fue corriendo.
-¡Ves quien se come el queso!- le gritó el ratón.
-Perdona y gracias por ayudarme-le dijo Hayro.
Hayro llamó a la señora Rivera y la llevó hasta donde estaba el perro. Al mirar dentro de la casita encontró que quedaban pedazos pequeños de queso. La señora Rivera felicitó a Hayro, quien le contó quien lo había ayudado.
Al otro día, Hayro se acercó a Luis y le entregó una cesta llena de semilla.
-Gracias, amigo- le dijo Hayro.
Narelys Negrón
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